Peligros en el periodo de crecimiento del cannabis
Hay varios aspectos que inciden en la salud de la planta de cannabis y que ponen en peligro el crecimiento del cultivo. Uno de los peligros en el periodo de crecimiento más frecuente es la podredumbre radicular por exceso de riego y falta de oxigenación del sustrato. Que el cultivo no tenga éxito va directamente ligado a la experiencia del cultivador y de la variedad de las semillas. Las variedades autoflorecientes con un mal cuidado son más propensas a morir que las feminizadas.
Cuando la planta deja atrás la etapa de germinación, hay que prestar mucha atención al exceso de agua y la falta de humedad en las hojas y tallos.
Peligros en el crecimiento por exceso de riego
Las plántulas tienen muy poca raíz y sus necesidades son muy reducidas, comen poco y beben poco. Si saturamos el sustrato con demasiada agua vamos a retener ese crecimiento radicular. Como la planta no tiene aún un buen sistema de raíces provocará que las pequeñas raíces se pudran poco a poco y el daño será irreversible.
Si realizamos la etapa de crecimiento mediante macetas pequeñas de 1L estaremos garantizando un buen drenaje y que el sustrato se seque mucho antes. Debemos evolucionar trasplantando a macetas más grandes, así nos aseguramos no tener un exceso de riego. Es por ese motivo que las variedades autoflorecientes corren más riesgo ya que el trasplante normalmente se realiza directamente a maceta grande.
Exceso de riego en el cannabis
La experiencia nos dice que hay que regar con la cantidad de agua y nutrientes apropiada al tamaño de la planta de cannabis. Como nuestra primera batalla es la salud de la raíz es importante el aporte de un estimulador de raíces desde los primeros días. Si tenemos prisa para que la planta crezca podemos provocar sobrefertilización.
Uno de los peligros en el crecimiento muy común en cultivadores noveles es tener un sustrato muy húmedo, rico en nitrógeno y caliente entre 15 y 24 ºC que puede provocar la aparición de hongos del tipo del fusarium o rhizoctonia. Ambos provocan podredumbre radicular y la muerte de la planta.
En esta etapa vegetativa la planta principalmente necesita Nitrógeno, Potasio, luz y agua, por eso el riego es la clave. Debes estar bien informado de los parámetros de cultivo y dosificación de los nutrientes. Aportar los nutrientes necesarios en esta etapa garantiza una buena cosecha.
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